Salmos 59:1
Oración pidiendo ser librado de los enemigos
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
Líbrame de los que obran iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios.
Porque he aquí están acechando mi vida: Hanse juntado contra mí fuertes, No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová.
Sin delito mío corren y se aperciben: Despierta para venir a mi encuentro, y mira.
Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, Despierta para visitar todas las gentes: No hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah.)
Volveránse a la tarde, ladrarán como perros, Y rodearán la ciudad.
He aquí proferirán con su boca; Cuchillos están en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye?
Mas tú, Jehová, te reirás de ellos, Te burlarás de todas las gentes.
A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa.
El Dios de mi misericordia me prevendrá: Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.
No los matarás, porque mi pueblo no se olvide: Hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos. Oh Jehová, escudo nuestro,
Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; Y sean presos por su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.
Acábalos con furor, acábalos, y no sean: Y sepan que Dios domina en Jacob Hasta los fines de la tierra. Selah).
Vuelvan pues a la tarde, y ladren como perros, Y rodeen la ciudad.
Anden ellos errantes para hallar qué comer; Y si no se sacian, pasen la noche quejándose.
Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia.
Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.