Proverbios 27:4
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Es cierto que al necio la ira lo mata, Y al codicioso consume la envidia.
He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo a concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos a los otros.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo tiempo:
Envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.
No seamos codiciosos de vanagloria, irritando los unos a los otros, envidiándose los unos a los otros.
Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá.
Pero si tenéis envidia amarga y contención en vuestros corazones, no os gloriés, ni seáis mentirosos contra la verdad:
Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Andemos como de día, honestamente: no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pedencias y envidia:
Está envanecido, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
No envidies al hombre injusto, Ni escojas alguno de sus caminos.
Y algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y porfía; mas algunos también por buena voluntad.