Salmos 88:1
Súplica por la liberación de la muerte
Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.
Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.
Entre mi oración en tu presencia: Inclina tu oído a mi clamor.
Porque mi alma está harta de males, Y mi vida cercana al sepulcro.
Soy contado con los que descienden al hoyo, Soy como hombre sin fuerza:
Libre entre los muertos, Como los matados que yacen en el sepulcro, Que no te acuerdas más de ellos, Y que son cortados de tu mano.
Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos.
Sobre mí se ha acostado tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah.)
Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir.
Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción: Hete llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti mis manos.
¿Harás tú milagro a los muertos? ¿Levantaránse los muertos para alabarte? Selah.)
¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en la perdición?
¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, Y tu justicia en la tierra del olvido?
Mas yo a ti he clamado, oh Jehová; Y de mañana mi oración te previno.
¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
Yo estoy afligido y menesteroso; Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso.
Sobre mí han pasado tus iras; Tus espantos me han cortado.
Hanme rodeado como aguas de continuo; Hanme cercado a una.
Has alejado de mí al amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.