Salmos 40:1
Alabanza por la liberación divina
Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y esperarán en Jehová.
Bienaventurado el hombre que puso a Jehová por su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que declinan a la mentira.
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.
Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.
Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí:
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
Anunciado he justicia en grande congregación: He aquí no detuve mis labios, Jehová, tú lo sabes.
No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación; No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.
Tú, Jehová, no apartes de mí tus misericordias: Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Porque me han rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme.
Sean avergonzados y confusos a una Los que buscan mi vida para cortarla: Vuelvan atrás y avergüéncense Los que mi mal desean.
Sean asolados en pago de su afrenta Los que me dicen: ¡Ea, ea!
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido.
Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará de mí: Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.