Salmos 28:1
Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta
A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro.
A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro.
Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.
No me arrebates a una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón.
Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos: Dales conforme a la obra de sus manos, Dales su paga.
Porque no atendieron a las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará.
Bendito Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fui ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré.
Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido.
Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréalos y ensálzalos para siempre.