Salmos 17:1
Plegaria pidiendo protección contra los opresores
Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; Escucha mi oración hecha sin labios de engaño.
Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; Escucha mi oración hecha sin labios de engaño.
De delante de tu rostro salga mi juicio; Vean tus ojos la rectitud.
Tú has probado mi corazón, hasme visitado de noche; Me has apurado, y nada inicuo hallaste: Heme propuesto que mi boca no ha de propasarse.
Para las obras humanas, por la palabra de tus labios Yo me he guardado de las vías de los violentos.
Sustenta mis pasos en tus caminos, Para que mis pies no resbalen.
Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Muestra tus estupendas misericordias, tú que salvas a los que en ti confían, De los que se levantan contra tu diestra.
Guárdame como a la niña de tus ojos, Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
De delante de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida.
Cerrados están con su grosura; Con su boca hablan soberbiamente.
Han cercado ahora nuestros pasos; Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
Son como león que desea hacer presa, Y como leoncillo que está en su escondite.
Levántate, oh Jehová; Sal a su encuentro, póstrales: Libra mi alma del malo con tu espada;
De los hombres con tu mano, oh Jehová, De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos, Y aun sobra para sus pequeñuelos.
Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despertare a tu semejanza.