Génesis 32:1
Jacob se prepara para el encuentro con Esaú
Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Y dijo Jacob cuando los vió: El campo de Dios es este: y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.
Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.
Y mandóles diciendo: Así diréis a mí señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y detenídome hasta ahora;
Y tengo vacas, y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, por hallar gracia en tus ojos.
Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también vino a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
Entonces Jacob tuvo gran temor, y angustióse; y partió el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos cuadrillas;
Y dijo: Si viniere Esaú a la una cuadrilla y la hiriere, la otra cuadrilla escapará.
Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien.
Menor soy que todas las misericordias, y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.
Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga quizá, y me hiera la madre con los hijos.
Y tú has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.
Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú.
Doscientas cabras y veinte machos de cabrío, doscientas ovejas y veinte carneros,
Treinta camellas paridas, con sus hijos, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
Y entrególo en mano de sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada.
Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?
Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
Y mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis.
Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro: quizá le seré acepto.
Y pasó el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.
Y levantóse aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.
Tomólos pues, y pasólos el arroyo, e hizo pasar lo que tenía.
Y quedóse Jacob solo, y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Y como vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y descoyuntóse el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.
Y él le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel: porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y bendíjolo allí.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel: porque vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
Y salióle el sol pasado que hubo a Peniel; y cojeaba de su anca.
Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo: porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.